Ya llega la Navidad, y al igual que nosotros tenemos los sorteos de Cestas de Navidad con alimentos y dulces típicos ¿porqué no hacer lo mismo para nuestras mascotas?
Hay 2 formas de conseguir numeritos:
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La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un protozoo parásito llamado Toxoplasma gondii. La toxoplasmosis puede causar infecciones leves y asintomáticas, así como infecciones mortales que afectan mayormente al feto. También puede revestir gravedad cuando afecta a recién nacidos, ancianos y personas vulnerables por su condición de déficit de inmunidad.
La enfermedad es considerada una zoonosis, lo que significa que se transmite habitualmente desde los animales a los seres humanos a través de diferentes vías de contagio, siendo los hospedadores definitivos el gato y otras 6 especies de felinos.
Las medidas de prevención son particularmente importantes en las mujeres embarazadas y consisten en normas generales de higiene para evitar la transmisión por alimentos o agua contaminada, no consumir carne cruda o poco cocinada y evitar contacto con heces de gato.1. Chocolate. A los perros, como a muchos humanos, les encanta el dulce y, por ello, muchas veces podemos sentir la tentación de premiar a nuestra mascota con una onza de este delicioso alimento. Craso error, pues el chocolate contiene teobromina, una sustancia similar a la cafeína que resulta muy tóxica para los perros. Su consumo puede provocarles vómitos, diarreas, jadeos, inquietud e hiperactividad y en los casos más graves un posible paro cardiaco y, por consiguiente, la muerte.
2. Ajo. El ajo contiene una sustancia llamada tiosulfato, cuyo consumo excesivo puede provocarles anemia, ya que destruye sus glóbulos rojos e impide que sus órganos vitales reciban todo el oxigeno que necesitan. Además, la aparición de los síntomas de esta intoxicación (diarrea y vómitos, pérdida de apetito, dificultad respiratoria o sangre en la orina) no es inmediata.
3. Cebolla. Al igual que el ajo, la cebolla también es rica en tiosulfato. De hecho, la concentración de esta sustancia es superior, por lo que debemos mantener a nuestros perros y gatos, que son aún más sensibles, alejados de este vegetal.
4. Aguacate. Esta fruta, además de poseer un alto contenido en grasas, contiene una sustancia llamada persin que es extremadamente tóxico para los animales. El persin no sólo se encuentra en la carne del fruto, sino también en la semilla, corteza y hojas de la planta.
5. Huesos. La alimentación tradicional de los perros siempre ha estado asociada a los huesos, que suponen un auténtico manjar para nuestras mascotas. Sin embargo, no es conveniente abusar de ellos, ya que pueden provocar graves problemas en su sistema digestivo, que van desde rotura o desgaste de los dientes o lesiones en la boca hasta asfixia o hemorragias en el estómago o intestinos.
6. Cerveza. Al igual que le ocurre al ser humano, los perros son incapaces de metabolizar el alcohol. Sin embargo, al tener un peso mucho menor, sus efectos se presentan de forma más acentuada, haciendo que se muestren nerviosos y puedan atacar a alguien o herirse a sí mismos. La levadura de cerveza en polvo, en cambio, posee elevadas cantidades de de vitamina B, que mejora el brillo del pelo y es beneficiosa para el cerebro.
7. Leche. Tal y como le ocurre a algunos seres humanos, la mayor parte de los perros sufren intolerancia a la lactosa. Al carecer de las enzimas necesarias para digerir los productos lácteos, estos les provocarán vómitos, diarreas y otras molestias gastrointestinales
Los perros no transpiran, y sólo eliminan el calor mediante tres mecanismos: